Camina 30 minutos cada día, sonriendo.
Medita 10 minutos cada día, en silencio.
Al despertar, pídele a Dios ayuda en tus propósitos.
Ten buen humor la mayor parte del día, alegra a los demás.
No participes de conversaciones negativas, cambia el tema.
Enfrenta con determinación y optimismo los desafíos diarios, de eso se trata la vida.
Agradece a Dios cada noche, por los logros del día.